Monte Caseros celebró la tradición con una edición memorable del Festival de Doma
El fin de semana, la Ciudad de los Brazos Abiertos ofreció una mezcla perfecta de destreza ecuestre y talento artístico, con la jineteada como eje. El público pudo disfrutar también de música y danza.
Monte Caseros se engalanó este fin de semana al convertirse en el epicentro de la tradición gaucha con la vibrante celebración de la 55.ª edición de su emblemático Festival de Doma y Tradición. La gran fiesta popular, desarrollada en el campo “Daniel Colo Franceschini”, del Club Samuel W. Robinson, congregó a miles de vecinos y visitantes de toda la región, quienes disfrutaron de dos jornadas repletas de destreza, música y la esencia más pura de la cultura correntina.
La ceremonia inaugural, encabezada por el intendente Juan Carlos Álvarez, marcó el inicio de este esperado evento. Durante su discurso, el intendente subrayó la significativa importancia de esta cita anual como un pilar fundamental en la preservación de las costumbres ancestrales y el legado cultural que moldea la identidad de Monte Caseros.
El corazón del festival latió al compás de la destreza ecuestre, con el concurso de doma como el principal atractivo. A lo largo de ambas jornadas, el predio fue el escenario donde los mejores jinetes y tropillas de la provincia y zonas aledañas exhibieron su coraje, habilidad y profunda conexión con el mundo rural.
Agostina Cusinato, secretaria de Turismo de Monte Caseros, en diálogo conRepública de Corrientes, destacó: “Esta edición es particularmente especial, ya que representa el único festival provincial en nuestra localidad. Su relevancia radica no solo en la tradición acumulada a lo largo de los años, sino también en su papel como clasificatoria para el prestigioso Festival Nacional de Doma y Folclore de Jesús María, en Córdoba”.
Esta cualidad otorga al evento un peso adicional, sirviendo como plataforma para que los talentos locales aspiren a competir en uno de los escenarios más importantes del país.
La seguridad fue una prioridad para la organización. “Todos los jinetes y tropillas cuentan con un seguro especial que contratamos anualmente, garantizando la seguridad ante cualquier eventualidad, ya que los caballos pueden ser impredecibles. Afortunadamente, no hemos tenido accidentes, y también hemos implementado un seguro para los espectadores”, afirmó Cusinato, brindando tranquilidad a todos los presentes.
“El festival ya está consolidado en la agenda regional y nacional, y se promociona a través de diversos medios de comunicación. Esto asegura que tanto visitantes como vendedores esperen ansiosos conocer más sobre la programación de las tropillas y los espectáculos musicales”, expresó la secretaria de Turismo.
El impacto económico del festival se extiende más allá del predio del club. “La venta de productos regionales juega un papel crucial fuera del club. Recibimos una excelente respuesta de la comunidad, especialmente de quienes viven cerca del club, que se preparan desde sus hogares y negocios para atender a los turistas. Los servicios turísticos, como hoteles, estaciones de servicio, kioscos y puestos gastronómicos, están muy expectantes por la afluencia de visitantes. Los montecasereños son conocidos por su amabilidad; nos llaman la Ciudad de los Brazos Abiertos por esta razón”, explicó Cusinato, resaltando la hospitalidad característica de la región.
“Este es un evento gratuito; solo comenzamos a cobrar entrada a partir de las 23. Su impacto económico es notable, ya que muchos visitantes se quedan de 2 a 3 días, beneficiando no solo al Municipio, sino a toda la comunidad. Disfrutamos de una gran afluencia de público desde las 19, y el clima caluroso fue perfecto, lo que nos llena de alegría”, concluyó.
El festival trascendió la emoción de la jineteada para convertirse en una celebración completa de las raíces argentinas. Los escenarios se iluminaron con la vibrante energía de la música folclórica y los cautivadores espectáculos de danza, aportando un marco de color y autenticidad a la festividad. Este encuentro rindió un sentido homenaje al espíritu gaucho, al arduo trabajo rural y a todas aquellas expresiones culturales que mantienen viva la esencia del campo y la tradición en la comunidad correntina.
La organización del evento extendió un profundo agradecimiento a todos los participantes: jinetes, tropilleros, artistas e instituciones, reconociendo su invaluable acompañamiento y contribución para hacer de esta 55.ª edición un rotundo éxito. El sábado, el público disfrutó del campo de jineteada en diversos horarios, complementado por las actuaciones de las Hermanas Chamameceras, el ballet Flor del Ceibo, Gerónimo Zambón y la energía de artistas como Monchito Merlo, Tono Benítez y los Criollos, y Gabi y la Alta Frecuencia.
Ayer, la jornada comenzó más temprano con el campo de jineteada, seguida por las presentaciones de Los Sin Corazón, Los Paisanos del Chamamé y el ballet Yerokí Porá. La noche continuó con La Ronda, Juancito Güenaga, la esperada premiación, y el cierre a cargo de Los Vecinos, Grupo Abu, Marcos Martín el Picaflor y Jorgito y los Gigantes, asegurando un final memorable para todos los asistentes.
En cuanto a las tropillas, se destacaron nombres como El Horcón (Ramón Ojeda), La Sin Rival (Miguel Ojeda), La Suerte (Mario Olier), La Surera (Jorge Sap), El Rebusque (Miguel Kuhnel), La Amistad (Cristian Jacobo), La Sureña (Juan C. Predolini Parera) y La Sin Querencia (Claudio Gieco).
El equipo de campo estuvo conformado por el capataz Jorge Sap, su ayudante Esmeralda Ojeda, y los jurados Peti Correa y Choato Melgarejo, con Ramón Ortiz también como parte del cuerpo de evaluación. 