Misiones: estremecedor relato de una sobreviviente de la tragedia
La joven decidió subirse al micro a último momento. No sufrió lesiones graves. “Estaba en un lugar en el que no tuve tanto impacto”, relató
El testimonio de una de las sobrevivientes de la tragedia ocurrida en Misiones, durante la madrugada del domingo, permitió conocer cómo fueron los minutos posteriores al impacto entre el micro en el que viajaba, y un auto que circulaba a gran velocidad, sobre la Ruta Nacional 14, y que dejó un saldo de 9 víctimas fatales.
“Quería agradecerles mucho sus mensajes”, comenzó diciendo Yasmín en un video que publicó en sus redes sociales. “Realmente estoy muy, muy, muy bien, solo tengo dos puntos en las piernas y muchos raspones y dolor del golpe”, explicó la joven de 22 años, que se subió al micro de la empresa Sol del Norte, por una decisión que tomó a último momento. “Yo no iba a viajar ese día, fue una cosa de último minuto. Esa noche, esa madrugada, yo preparé mis cosas y me fui”, confesó.
“Gracias a Dios fui muy bendecida, estaba en un lugar en el que no tuve tanto impacto realmente”, explicó. Los daños fueron severos debido a que después del siniestro a la altura del kilómetro 892, el autobús perdió el control, atravesó el guardarraíl del puente y cayó al cauce del arroyo Yazá, a varios metros de profundidad.
La chica, oriunda de la localidad de El Dorado, relató que al encontrarse consciente y sin heridas de gravedad, decidió moverse para poder ayudar a los demás. “El agua me empujó hacia afuera. Fui así expulsada del colectivo. Todo el mundo estaba gritando; me acerqué a una chica porque estaba gritando y estaba eufórica, ella tenía un golpe fuerte en el pecho, estaba recogiendo su mochila. Yo le decía: ‘Estoy bien, estás bien vos, estamos acá, tranquila, estoy acá con vos’”.
En los minutos posteriores, la joven recordó ver una persona flotando en el agua, lo que la shockeó. “Pasó un chico”, dijo. Esto la motivó a dirigirse al lugar en donde yacía el individuo.
“Yo estaba parada, ya tenía estabilidad, el agua ya no me estaba llevando, pero cuando lo vi solo, me tiré. Nos llevó costa abajo, por eso me raspé mucho, porque realmente me fui con el chico, con la corriente, porque no lo iba a soltar, no lo iba a dejar ir. Dije: “No, no”, expresó. En consecuencia, la corriente los arrastró a los dos, dado que la víctima “no podía moverse del cuello para abajo. Y cuando lo tenía abrazado, lo sostuve, me planté sobre las rocas, nos quedamos ahí un rato porque no tenía fuerza para poder llevarlo, era un chico de treinta y un años”, aclaró.
Las palabras de la pasajera realmente fueron estremecedoras. “Lo agarré fuerte, cuando empezó a sentir su lado derecho, su pierna, su brazo. Después sintió también el lado izquierdo, pero ese estaba dislocado. Empecé a moverme a la orilla y después él empezó a ayudarme un poco, porque realmente no tenía tanta fuerza para llevarlo. Pedí ayuda a un señor para sacarlo afuera, pero era una pendiente muy inclinada y no pude”, indicó.