Valdés pidió a los funcionarios nacionales que «se hagan cargo del Gobierno que nos prometieron»
El narcotraficante Federico «Morenita» Marín, quien se encontraba prófugo desde febrero último y murió en la noche del domingo en un tiroteo con fuerzas federales en la localidad correntina de Itatí, había llegado a esa provincia para visitar a su familia y, al momento del enfrentamiento, estaba con su esposa y una de sus hijas, quien increpó a los gritos a uno de los dos policías heridos, a quien acusó de haberla dejado «sin papá».
El ministro de Seguridad de Corrientes, Buenaventura Duarte, informó que el prófugo de 37 años, con varias condenas en su haber y quien declaró como arrepentido en la causa por narcotráfico derivada de la llamada «Operación Sapucay», «había sido visto hace varias semanas en Itatí, por lo que las fuerzas federales estaban tras él».
De acuerdo con el funcionario provincial, «Morenita» fue interceptado en «una zona cercana a la casa de su madre, porque visitaba en situación de prófugo a la familia».
En declaraciones a radio Sudamericana, el ministro agregó que, en el tiroteo en el que terminó muerto, «dos funcionarios federales fueron heridos con armas de fuego» y que uno ya recibió el alta médica, mientras que otro está en proceso de recuperación.
Su esposa y sus hijos, su «talón de Aquiles»
El hallazgo del Marín se produjo en la noche del domingo, cerca de las 22, en cercanías de la terminal de esa ciudad distante a 70 kilómetros de la capital provincial, «cuando se dirigía a la casa de su hermano junto a su esposa y a una de sus hijas», señalaron a Télam fuentes de la pesquisa.
El abogado Jorge Barboza, defensor de varios de los imputados por narcotráfico en la denominada causa «Sapucay», dijo a Telam que se presumía que Marín » andaba por la zona, iba y venía para visitar a su familia».
Tras el tiroteo y la muerte de «Morenita» a manos de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), una de sus hijas increpó a uno de los efectivos heridos cuando era trasladado en una ambulancia a un hospital y lo acusó de haberla dejado «sin papá».
«Mataste a mi papá, me dejaste sin papá», se escucha gritar a la joven en un video que se hizo viral, en el que se ve cuando uno de los dos policías heridos en el tiroteo era subido a una ambulancia y el cuerpo del narco se hallaba en el su suelo.
La muerte de Marín
Marín, uno de los máximos narcotraficantes de marihuana del país, estaba prófugo desde febrero pasado, cuando violó el arresto domiciliario que cumplía en una casa del conurbano bonaerense con la excusa de ir a hacerse atender en un hospital, y nunca más regresó.
Desde el lunes de la semana pasada, dos brigadas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA que estaban tras sus pasos, una de ellas del Departamento Antisecuestros Sur y otra de la División Búsqueda de Prófugos, se hallaban en Itatí, ya que contaban con la información de que ‘Morenita’ se alojaba junto a su familia en una casa de esa ciudad correntina.
De acuerdo a la información policial, Marín sin mediar palabra, extrajo una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó contras los efectivos, quienes también tiraron.
Como consecuencia del enfrentamiento, Marín cayó muerto, mientras que dos policías -un comisario y un cabo primero- sufrieron heridas, el primero de ellos un roce de bala en el antebrazo izquierdo y el otro, dos impactos en pierna y glúteo Izquierdo, detallaron las fuentes.
El magistrado dispuso secuestrar los autos en los que se movilizaban los policías, el Fiat Uno que usaba «Morenita», las armas reglamentarias de los efectivos intervinientes y la del prófugo fallecido, al tiempo que ordenó la realización de pruebas de dermotest para todos los involucrados y Marín.
Marín había ingresado al Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados al ingresado tras declarar como «arrepentido» en una causa por narcotráfico, cuyos dichos fueron claves para llevar a juicio y condenar al exintendente de Itatí Natividad Roger Terán, miembros de fueras de seguridad provinciales y federales y al exjuez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila y sus secretarios.