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El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) consignó en uno de sus últimos informes agrometeorológicos que entre junio y septiembre habría mayor probabilidad del retorno del fenómeno meteorológico de La Niña. Este miñercoles Radio UNNE dialogó con Pablo Mercuri, director del Instituto de Clima y Agua del INTA, sobre las implicancias del último reporte del organismo y las previsiones para el otoño e invierno de este 2024 en materia de precipitaciones.
En su último paso, La Niña generó una prolongada sequía fue reconocida como la más severa en las últimas décadas tanto para la agricultura y la ganadería, contabilizando millonarias pérdidas en todas las regiones del país.
Durante los meses de noviembre y diciembre últimos, el regreso de El Niño favoreció la ocurrencia de precipitaciones sobre el noreste argentino en áreas productivas del centro del territorio, que permitieron una leve recuperación del contenido hídrico de los suelos.
Por ello, el último informe agrometeorológico en el que se advirtió sobre un probable regreso del fenómeno climático “La Niña” para la segunda mitad del 2024 generó alarma, pero Mercuri advirtió no está establecido aún en qué medida podría influir este cambio en la cantidad de lluvias en la región.
Sobre el fenómeno
El INTA evalúa de manera periódica y rutinaria las tendencias de los fenómenos oceánicos, midiendo de manera prospectiva su impacto por estaciones, y en especial sobre uno de los rubros de mayor incidencia para los cultivos: las lluvias.
Mercuri expuso que si en el Pacífico ecuatorial hay tendencia a altas temperaturas, se consolida el fenómeno de El Niño y se pueden prever mayores lluvias. En tanto, si las temperaturas son más frías es La Niña quién prevalece. Estos son fenómenos interanuales que marcan cada primavera un nuevo ciclo y encuentra su pico durante el verano, pero advirtió: “esto no es taxativo, la naturaleza no es lineal”.
“En este momento el Pacífico está caliente, eso significa que es un fenómeno El Niño el que estamos trascurriendo, pero como al inicio del otoño va decayendo siempre se está a la expectativa de qué sucederá a partir del invierno. Todavía esperamos que en un el corto plazo este fenómeno genere lluvias, buenas lluvias en cantidad y distribución como para recuperar la disponibilidad de agua en todos los territorios”, aseveró Mercuri.
Recuperación del déficit hídrico
Desde el INTA reconocen que en el noreste argentino está atravesando aún una situación deficitaria en términos hídricos: “Este año, siendo un Niño no hemos tenido grandes inundaciones regionales o situaciones muy excesivas de agua, entonces ante esta tendencia probable que durante este invierno un enfriamiento un fenómeno La Niña se encienden las alertas o la preocupación, porque sabemos que una sequía es lo peor que puede pasar en nuestros agroecosistemas”.
Mercuri recomendó “no ser alarmistas” e indicó que durante el mes de marzo hay previsiones de precipitaciones en el NEA: “Esperemos que sean lluvias bien distribuidas en el tiempo, y también geográficamente. Tenemos que esperar a ver qué pasa en las próximas semanas con el clima para ver si recuperamos el agua superficial en lagunas, esteros, ríos, agua en el suelo, que es lo que genera El Niño durante la salida del verano y el otoño”.
Mercuri aclaró que incluso si la tendencia de La Niña se consolida, lo importante es aguardar a evaluar la disponibilidad de agua en el corto plazo; ya que incluso si el fenómeno que hace tender a la sequía llega no se reiteraría el mismo escenario que en años pasados.
“Siempre puede haber una situación deficitaria en primavera, pero si empezamos esa situación de déficit con una buena disponibilidad de agua será muy diferente a lo que nos ocurrió en el 2022, que veníamos de un 2021 muy seco ya. Fue un proceso acumulativo”, aclaró.