Valdés pidió a los funcionarios nacionales que «se hagan cargo del Gobierno que nos prometieron»
El Gobierno Provincial encara con recursos propios, la construcción del ducto «Santa Librada», una obra de entubamiento de desagües pluviales que reducirá significativamente el riesgo de inundaciones en los barrios San Ignacio, Cremonte, Ponce, Santa Rita y otros, que se encuentran en la zona este de la ciudad de Corrientes, mejorando así la calidad de vida de sus residentes y promoviendo un entorno habitable y seguro. El tendido tendrá alrededor de 1.500 metros.
Estos trabajos, encarados por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia a través de su Unidad Ejecutora, se extiende por calle Santa Librada, en el barrio San Ignacio, desde su intersección con el canal 4, atravesando la avenida Raúl Alfonsín, hasta la Ruta Provincial (RP) N°5. Tiene como objetivo principal mejorar las condiciones hidráulicas en la zona este de la Capital, con el fin de hacer frente a los desafíos relacionados con las precipitaciones y asegurar un adecuado saneamiento de los barrios afectados.
Dicha área experimentó recurrentes problemas de inundaciones y anegamientos debido a la falta de un sistema de drenaje eficiente. Consciente de la importancia de garantizar un entorno seguro y saludable para los residentes, el gobernador Gustavo Valdés dispuso estos trabajos de saneamiento que buscan mitigar los efectos negativos de las precipitaciones mediante el establecimiento de un sistema hidráulico efectivo.
El objetivo principal de esta obra es proporcionar una solución sostenible y duradera que permita una gestión adecuada de las aguas pluviales, evitando así situaciones de riesgo para la población. Y para lograrlo, se realizan tareas de canalización y drenaje, optimizando la red hidráulica existente y garantizando un adecuado flujo y evacuación de las aguas pluviales, descargando en el canal N°4 para luego terminar su evacuación en un reservorio natural.
La obra
En una primera etapa, en el trayecto que va desde proximidades de la avenida Raúl Alfonsín hasta el canal 4, donde se construyó un cabezal de hormigón armado en su desembocadura, se instaló una batería de doble línea de tubos de hormigón premoldeados con un diámetro de 1,20 y se construyeron 4 cámaras de inspección cada 175 metros. En tanto, en una segunda etapa se instaló una batería de doble línea de tubos premoldeados con un diámetro de 1,20 metros a lo largo de 270 metros, como continuación de la doble línea ya ejecutada en la primera etapa, la cuales desembocan en el canal N°4, que se encuentra aproximadamente 700 metros hacia el norte de la avenida Alfonsín.
En la actualidad el material provee a este sistema de desague pluvial de una línea simple de tubos de hormigón de 1,50m de diámetro a lo largo de 400 metros, construyéndose cámaras de inspección cada 50 metros con sus respectivos sumideros, lo que totaliza en siete bocas de tormenta. Los trabajos continúan, pese a las dificultades climáticas, previéndose el nuevo entubado hasta ruta 5, que rematará en una importante cámara colectora.